Reflexionar sobre los versículos del Corán es el camino para aumentar la fe
El camino para aumentar la fe es la reflexión. Sin reflexión, la fe no crece. Si no eres una persona reflexiva, no solo no aumentará tu fe día tras día, sino que incluso disminuirá. La reflexión de la que hablamos es una reflexión profunda, una reflexión guiada por el Corán. Cuando lees el Corán, este te invita a pensar, a una reflexión que, en primer lugar, es profunda y, en segundo lugar, positiva.
Dios dice en el Corán:
«Él es quien os muestra Sus signos y hace descender para vosotros sustento desde el cielo» (Sura Qafir, 13).
Estas enseñanzas no se adquieren solo con el aprendizaje; se deben captar con la reflexión. La mente del ser humano debe desearlas, digerirlas. Deben ser analizadas dentro de nuestro pensamiento. Pensemos en este versículo: los signos de Dios son muchos. Algunos son signos constantes, como la grandeza de la creación. Otros son signos no constantes, como los acontecimientos que ocurren en la vida de cada uno de nosotros. Dios ha hablado mucho con cada uno de nosotros hasta ahora.
El Imam Ali (la paz sea con él) dijo:
«Dios se da a conocer a través de la disolución de las decisiones», le preguntaron: «¡Oh, Ali! ¿Por qué tu conocimiento de Dios es tan profundo?» Él respondió: «Porque he visto la intervención de Dios en mi vida» (Gurar al-Hikam, vol. 1, pág. 465).
Una persona reflexiva ve claramente la intervención y la presencia de Dios, mientras que alguien distraído no se da cuenta en absoluto y ve todo como mera coincidencia. Y si llega a reflexionar, piensa de manera negativa o superficial.
Escucha la recitación de la sura Fatiha
En el nombre de Dios, el Compasivo, el Misericordioso, (1)
Todas las alabanzas son para Dios, Señor de todo cuanto existe, (2)
el Compasivo, el Misericordioso. (3)
Soberano absoluto del Día del Juicio Final, (4)
solo a Ti te adoramos y solo de Ti imploramos ayuda. (5)
¡Guíanos por el camino recto! (6)
El camino de los que has colmado con Tus favores, no el de los que cayeron en Tu ira, ni el de los que se extraviaron. (7)
Un ejemplo de reflexión en el Sagrado Corán
Dios, en la continuación del versículo 13 de la sura Qafir, presenta un ejemplo y dice:
«Hace descender para vosotros sustento desde el cielo».
Sabes que lo principal de lo que depende la vida humana son los alimentos y lo que se consume; y ese alimento viene del cielo. ¿Qué complejidad implica esto? Tiene que llover, todo depende de la lluvia. ¡Oh, Dios! ¿Qué sistema es este en el que Tú deseas enviarnos el sustento desde el cielo? Él dice: este es Mi diseño. Solo tienes que alzar un poco la vista al cielo y conectar tu corazón con el cielo. ¡La tierra es pequeña, el cielo es mucho más grande!
«Y no reflexionan sino aquellos que se vuelven [a Dios] con humildad».
Pero no lo comprenden sino quienes están dispuestos a volverse sinceramente a Dios. Y uno de los signos de esta sinceridad (inabah) es el llanto.
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